mercredi 25 juin 2008

El cine francés de los años 60 a 70




















En 1967 J.L Godart rodó La chinoise que se desarrolla en los grupúsculos pro-chinos de la facultad de Nanterre. Godart fue uno de los raros cineastas en cuestionarse en mayo del 68. Renunciando a las facilidades del sistema, y a su envidiado estatuto de portavoz del cine de autor, Godard fue un militante durante largos años.
El grupo « Dziga vertoz » se sometió a las decisiones conjuntas de Godart y Gorin y no pudo mantener mucho tiempo su línea revolucionaria en un cine poco después de haberse normalizado.
Pués es posible seguir la filmografía de Godart a través de Italia (Vent d’est 1969), la República checa (Pravda 1969) o Alemania (Vladimir y Rosa 1970), hasta su vuelta a la producción clásica en 1972. Sin embargo realizó películas didácticas sobre el poder y la manipulación de las imágenes : Tout va bien (1972), Ici et ailleurs (1974), Numéro deux (1975).
La consecuencia más notable de mayo del 68 fue el surgimiento de un cine político de gran consumo simbolizado por La trilogie de Costa Gavras con Yves Montand.
En Z, ou l’anatomie d’un assassinat politique (1969), un jefe de la oposición democrática está asesinado con el apoyo del poder en la Grecia de los coroneles.
En L’aveu (1970), en Praga en 1951 un hombre político está detenido y obligado a confesar crímenes imaginarios contra el comunismo.
En Etat de siège (1973), los Tupamaros raptan y matan un consejero de la policia chilena. Este tipo de película permitió al pueblo de la izquierda ver triunfar en el cine surs ideas mejor que en la calle.
Al nivel estético, Costa Gavras redució como mínimo la polisemia natural del lenguaje cinematográfico.
A continuación de la película « griega » de Costa-Gavras, algunos realizadores franceses iniciaron lo que Guy Hennebelle ha llamado « la série 2 », un cine de diversión, pero también de información y reflexiones críticas. Citamos Michel Drach con Elise ou la vraie vie en 1970, André Cayatte con Mourir d’aimer en 1970, Laurent Heynemann con La question en 1976.
Yves Boisset apareció como el jefe de filas de los cineastas de las causas justas con su trilogía : L’attentat en 1972 (el asunto Ben-Barka), Dupont-Lajoie en 1974 (el racismo ordinario) y Le juge Fayard, dit le chérif en 1976 (el asesinato del juez Renaud). El cineasta más virulento de los años 70 fue sin duda Jean-Pierre Mocky, con Solo en 1970, L’albatros en 1971, Le piège à cons en 1979

A bout de souffle 1960
Plein soleil 1960
Adieu Philippine 1962
Le guépard 1963
Le mépris 1963
Les tontons flingueurs 1963
Les parapluies de Cherbourg 1964
Le corniaud 1965
La grande vadrouille 1964
Les demoiselles de Rochefort 1967
La mariée était en noir 1967
13 jours en France 1968
L'enfant sauvage 1969

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